Hay que elegir.
O por lo menos eso parecen decir estas tres puertas.
Tres opciones, tres caminos, y aunque podamos incluso llegar a intuir qué hay detrás de ellas, algo nos bloquea y deja nuestros pies fijos en el suelo como si estuvieran atravesados por clavos.
Qué habrá detrás, qué nos deparará el destino. El miedo a lo desconocido no nos dejará una elección fácil, pero ...
Hay que elegir ...
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