Hace poco, enero de este año, pude disfrutar de muy grata compañía así como de un merecido descanso en Cambados. Paseando tranquilamente por su puerto, y tras dar buena cuenta de una exquisita mariscada, regada de un no peor albariño, vimos estas dos barquitas a las que no me quedó más remedio que intentar inmortalizar de la mejor manera posible.
Espero que os gusten tanto como a mi.
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2 comentarios:
¡Preciosas! Me gusta el reflejo y los colores de ambas; particularmente la segunda porque me resulta diferente, es raramente bella.
Un abrazo.
Thank you for your post.
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